Los conflictos con Hacienda o la Seguridad Social pueden ser abrumadores, poniendo en riesgo su patrimonio, su tranquilidad y su futuro financiero. Ya sea ante inspecciones, sanciones, deudas tributarias o reclamaciones indebidas, cada detalle cuenta para defender lo que es suyo.
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El concurso exprés o la solicitud de concurso de acreedores y su archivo simultáneo es un procedimiento concursal especial que se caracteriza por su agilidad, cuando la persona o empresa insolvencia carece de bienes o derechos susceptibles de liquidación.
Por ello, la declaración de concurso tiene por objeto comprobar que concurren los requisitos para proceder a su conclusión y extinción de la personalidad jurídica de la sociedad deudora.
Este procedimiento se ajusta a aquellas personas físicas y empresas que tengan deudas sin disponer de bienes liquidables, o teniéndolos, su valor de liquidación sea insuficiente para pagar a los acreedores, lo que evita la necesidad de articular un procedimiento concursal más costoso en tiempo y dinero y permite a los administradores societarios de cumplir con su deber legal de proceder al cierre ordenado de la sociedad insolvente.
De este modo, en el caso de las sociedades, los administradores de las mercantiles insolventes pueden causar la baja de la sociedad en el Registro Mercantil y evitar incurrir en responsabilidades antes los acreedores de la sociedad insolvente.
El concurso exprés es un procedimiento simplificado que permite declarar y concluir un concurso de acreedores en el mismo acto. Se aplica cuando el deudor no tiene activos suficientes para cubrir los costos del proceso concursal, lo que hace inviable cualquier liquidación.
El concurso exprés es el procedimiento más rápido dentro del ámbito concursal, ya que la declaración y conclusión del concurso se realizan simultáneamente. El tiempo dependerá de la carga administrativa del juzgado, pero suele resolverse en unas semanas tras la presentación de la solicitud y tras el período transcurrido en el que los acreedores pueden realizar alegaciones.
Es necesario que el deudor carezca de bienes o derechos que puedan liquidarse para satisfacer a los acreedores. Además, no debe haber indicios de irregularidades en la gestión que requieran investigaciones adicionales. Nuestro despacho le ayuda a evaluar si cumple estos requisitos y a preparar la documentación necesaria.