El procedimiento de inicio de negociación con acreedores denominado también pre concurso de acreedores, está regulado en el Texto Refundido de la Ley Concursal para autónomos y empresas. Este procedimiento, otorga una protección al deudor frente a sus acreedores por un plazo máximo de cuatro meses y este período puede ser ampliado o prorrogado, a fin de que pueda culminarse la negociación con acreedores con un acuerdo que pueda ser homologado judicialmente, lo que conllevaría eludir el inicio de un proceso concursal.
El procedimiento de inicio de negociación con acreedores resulta muy ventajoso para el deudor porque impide que los acreedores puedan iniciar procedimientos judiciales para reclamar su deuda y tras estas, las posibles ejecuciones judiciales derivadas de las demandas evitando así que se sucedan embargos sobre los bienes y derechos que resulten necesarios para el mantenimiento de su actividad empresarial.
La protección legal otorga al deudor la capacidad de reorganizarse y entablar negociaciones con sus acreedores, al tiempo que limita la capacidad de éstos de iniciar ejecuciones contra su patrimonio y paraliza las ejecuciones que estuvieren en curso (incluyendo la subasta de bienes previamente embargados).
La negociación ha de ser bien planteada y llevada por profesionales en la negociación y planes de reestructuración en orden a establecer una estrategia de superación de la crisis.
Las posibilidades de acuerdo depende del plan de reestructuración que se proponga y de los acreedores implicados. Nuestro despacho cuenta con amplia experiencia en la negociación con acreedores bajo el marco de la ley concursal. Evaluaremos su situación financiera de forma detallada y diseñaremos un plan de reestructuración realista adaptado a su caso.
Los acreedores a nivel individual suelen estar predispuestos a la negociación si con ello, obtienen una ventaja sobre el resto de acreedores. Y, si intenta por su cuenta negociar con todos, lo habitual es que le den largas. Nuestra intervención profesional le garantiza un análisis riguroso de su situación legal y financiera y la preparación de un plan de pagos o plan de reestructuración realista e individual, lo que aumenta las posibilidades de éxito en las negociaciones. Además, le ayudamos a evitar errores comunes que podrían perjudicarle y le representamos con total compromiso para proteger sus intereses, reduciendo tensiones y liberándolo de gestiones complejas.
Entendemos que la situación económica puede ser sensible en estos casos. Por eso, ofrecemos planes de pago flexibles y honorarios claros y cerrados para esta fase del procedimiento desde el inicio.